Resulta importantísimo transformar nuestra mentalidad para poder alcanzar la paz que es el principio y el fin de todo. Hablar de paz hoy en día podría parecer algo utópico, casi imposible de alcanzar. La mayoría de nosotros traemos la cabeza llena de preocupaciones, culpas, cosas que nos causan ansiedad, juicios sobre situaciones, otras personas y lo que es peor sobre nosotros mismos. Esto puede parecer normal, pero no es de ninguna manera natural. Nuestras mentes no fueron creadas para sostener esa cantidad de cosas, por ende, viviendo con una estamos viviendo con mente saturada que no estamos aprovechando para lo que realmente fue prevista que es crear una hermosa realidad para cada uno de nosotros.
Muchos de nosotros conocemos el pasaje bíblico que dice: Busca primero el reino de Dios y lo demás por añadidura se te dará. A lo que se refiere es que busquemos primero la paz en nuestra vida, que traigamos el cielo a nuestra experiencia y todo lo demás llegará. Conseguir y alcanzar la paz mental es el verdadero objetivo y es realmente el trabajo al que nos deberíamos dedicar todos los días durante todo el día. Es un trabajo arduo pero muy redituable.
Siempre se nos ha dicho que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Muchos no hemos dimensionado a lo que se refiere esta afirmación y muy pocos han meditado sobre el podersosísimo significado que hay detrás. Si alguien nos pidiera que describieramos a Dios habría quienes dirían que es un señor grande que está sentado en una nube juzgándonos y también habría quienes pensarían que nuestra fortuna depende de lo que Él piense o quiera para nosotros. Pues esto se aleja mucho de la realidad. Dios es una enorme fuerza mental creadora, todo poderosa, abundante, perfecta, eterna, inmutable Y ESO ES JUSTAMENTE LO QUE SOMOS NOSOTROS, lo repito, somos hijos de Dios creados a su imagen y semejanza, SOMOS DIOSES. Esto lo podemos (Salmo 82:6 y en Juan 10:34). Jesús tenía perfectamente claro todo esto, por eso se le conocía como el «Cristo» o el que tiene la capacidad de cristalizar.
Definitivamente, el objetivo de este blog no es en abosoluto religioso. De hecho cito a Jesús como lo que es, el personaje histórico más importante de todos los tiempos y cuyas enseñanzas siguen vigentes hoy día. Estas enseñanzas significaron en su momento grandes amenzas para los sistemas políticos y de control por eso fueron y siguen siendo brutalmente manipuladas. A pesar de eso hoy mucho de su mensaje real ha sido rescatado y reinterpretado. Vivimos en una época maravillosa, donde tenemos acceso a un sin fin de información de estudiosos que se ha dedicado a revelar el mensaje de grandes Maestros.
Es momento de darnos cuenta de que estamos jugando a ser lo que no somos, víctimas de las circuntancias, seres débiles, mortales, vulnerables, limitados. Es justamente por esta idea equivocada que tenemos de nosotros mismos por lo que vivimos llenos de miedos, sentimientos de ataque, con necesidad de protegernos, con angustia y ansiedad. Si realmente entendieramos las enseñanzas de Jesús acerca de quienes somos en realidad y dejaramos de jugar este juego «demente» que hemos estado jugando a voluntad por todo este tiempo, podríamos utilizar nuestra mente para crear la realidad que nuestro corazón anhela. «Les digo en verdad todo el que crea en mi hará las mismas cosas que yo he hecho» Juan 10:12
Una de las cosas que promete Jesús y lo encontramos en Juan 14:18 es que no nos abandonaría como huérfanos y lo ha cumplido como cada una de sus promesas. Así que Él sigue al pendiente de que cada uno podamos gozar del regalo que nos dejo: Paz en la mente y en el corazón – Juan 14:27 Es el regalo que Jesús nos dejo y es la llave para materializar todos los deseos de nuestro corazón: «Busca primero el reino de Dios por encima de todo y se les dará todo lo que necesiten» Mateo 6:33
Pero ¿cómo? Razonando con base en la Verdad y utilizando nuestro Libre Albedrío. Fuimos creados con la libertad de elegir nuestras experiencias. Nadie puede infringir este atributo. Si quieres experimentar la paz en tu mente y en tu corazón primero lo tienes que anhelar y los caminos que llevan a ella se empezaran a revelar ante ti.