Un ingreso pasivo o residual es aquel que percibes sin necesidad de estar intercambiando tu tiempo por dinero, a diferencia del ingreso activo, que es el que la mayoría de la gente percibe, donde la gente va a trabajar y le pagan y si no da su tiempo no le pagan.
No hay que confundirnos, tanto detrás de un ingreso activo como de un ingreso pasivo hay trabajo que hacer. La única diferencia es que es mucho más redituable trabajar para construir un flujo de ingresos pasivos que trabajar por un ingreso lineal.
Te pongo un ejemplo que a mi me ayudó a entender este concepto. Una persona puede ir al río todos los días y sacar agua para cubrir sus necesidades, y está bien, aquí lo malo es que el día que no vaya al río no va a tener agua y que, por otra parte, nunca va a tener agua en abundancia porque el agua que puede acarrear está limitada al tiempo que tiene para acarrear, a su propio esfuerzo y a sus propios recursos. Una manera más inteligente de poder tener agua sería unirse con más personas que también necesitan el agua y entre todos hacer una red de suministro que lleve el agua del rio a todos ellos con sólo abrir la llave.
Si hubo trabajo, pero el trabajo sólo se hizo una vez y el agua siguirá llegando a ellos y a las generaciones futuras aunque ya no trabajen más, por eso es mucho más inteligente y redituable. De ahí la importancia de trabajar en algo que nos genere ingresos pasivos una vez concluido el trabajo. Algunos ejemplos de ingresos pasivos son: tener una casa o local comercial en alquiler, cobrar derechos de autor o regalías por algún invento o creación, cobrar comisiones de ventas por la recompra de productos. En todos estos casos, el trabajo se hizo una vez y los ingresos siguen llegando aun después de finalizada la tarea.